lunes, 1 de junio de 2009

10 cosas para no ser un "weon" en la escuela

Bueno, no presisamente me paso a mi, nisiquiera se quien lo escribio, pero me encanto, es genial(me senti identificado)


Este semestre estuve por primera vez en una sala de clases desde la otra orilla de la batalla, fui profesor ayudante en varios ramos de cine y audiovisual de Arcos. Fue una experiencia interesante, especialmente considerando que hace muy poco que dejé de ser alumno, entonces tengo muy fresca la experiencia del otro bando. Da para pensar. Y para escribir. El siguiente texto lo fui armando durante el semestre a partir de casos reales que me pasaban, por supuesto los ejemplos no son reales pero bien sirven para mostrar las cosas que ve uno desde la trinchera enemiga, de espaldas a la pizarra. Vamos entonces con estos consejos prácticos para ser un buen alumno:

¿Profe o amigo? Una dicotomía natural. Siempre me ha parecido que es natural y hasta bueno que exista aquella brecha entre profesores y alumnos, o sea buena onda pero hasta cierto punto. Es que ¿saben que pasa? No se puede mantener una relación de amistad real con alguien cuya misión es calificarte y eventualmente rajarte. Reprobarte. Los alumnos tienden a usar estas instancias de buena relación para salir con cosas como “oye pero súbeme la nota”, “oye pero ponme presente”, y claro en ese momento la buena onda, como profesor, se me acaba. Si te tiendo la mano y te tomas el brazo, se acaba todo. Me siento traicionado y fuera de lugar. Así es la vida. Me pasó con algunos cursos que de pronto, a la hora de calificar, me decían “ah, ya se puso profe”. Claro, porque precisamente eso es lo que soy. Si me “pongo profe” es posiblemente porque no cumples, eres irreponsable o quieres abusar de la confianza.
“No tuve tiempo”: la excusa más de mierda que tuve que la mala suerte de escuchar tantas veces este semestre. No me vengan con webadas. Y es que claro, cuando eres estudiante, precisamente a Estudiar es a lo que te dedicas. ¿Tienes 5 ramos? ¿Y de audiovisual? O sea, tampoco es medicina o ingeniería. Seamos serios. Si no tuviste tiempo es porque no sabes distribuirlo bien o porque estás pasándolo demasiado bien. A mi no me vengan con eso, yo salí hace nada de la universidad, sé como es la cosa. “Es que tengo otros ramos” es lo peor que me puedes decir como profesor, porque mi respuesta es “bueno, yo tengo un trabajo, una familia y por último me dan lo mismo tus otros ramos”. Tener más cosas que hacer jamás va a ser una buena excusa para nada. ¿Se la vas a decir a tu futuro jefe? Vamos. La condición de estudiante es a veces un símil para la flojera. Te cuento que un alumno de los que yo tuve trabajaba en un local de Donuts y jamás me lo tiró como una excusa para nada, sólo salió en una conversación. Es que claro, no hay excusas para ser irresponsable.
Identifícate. Por una cosa natural, es imposible que recuerde el nombre de todos, así que usualmente recordaré unos diez o quince. Con suerte. ¿Es una especie de privilegio? Si, pero no tiene por qué ser necesariamente “bueno”, puedo recordarte por ser “el tipo chistoso-pero-sin-futuro” o “el problemático”. En fin. Por lo general yo era de los alumnos que preferían pasar desapercibidos, después de este semestre creo que no es tan bueno como pensaba. Un profesor me dijo que algunos alumnos lo habían agregado a su Facebook. Dentro de todo es buena idea. Al menos puedes vincular rostros con nombres.
Llevarse bien. Estudiar es una oportunidad enorme y hay que aprovecharla. Quizás llevarte bien con un profesor pueda hacer que a futuro te ganes ayudantías o un respeto generalizado del profesorado. Ojo, que los profesores hablan entre sí. Y claro, quizás no tengan muchos temas en común salvo sus alumnos, por lo que probablemente hablen de tí. Uno habla de “los buenos” y de “los malos”. Un tipo que pase desapercibido sólo va a ser… eso. Parte de la masa. Conoce tus límites. Llevarse bien es a veces quedarse en silencio. Me pasó que uno decía “les quedan diez minutos” o “entreguen la prueba” y una persona que creías muy tranquila y callada gritaba “NOOO POS PROFE”. ¿Realmente creen que gritando eso voy a darles diez minutos más? “Ok, bueno, como Pepita dijo que “no”, tienen más tiempo. O mejor, no entreguen su nota.” No.
Actúa como un tipo grande. Una de las peores cosas que pueden existir es tener que tratar a alumnos universitarios como pendejos de kinder. Ejemplos típicos, día de la prueba y llega el clásico alumno “oiga profe pero es que no traje lápiz”. Qué queris que te diga. Otro clásico es la alumna que pagó $1.300 por el ringtone y lo quiere mostrar y deja el teléfono prendido. Y cuando suena su música pone cara de “ah es que no sabía que había que apagarlo”. Esto es como un cine. Tienes que apagar tu celular. Tercer ejemplo clásico, pones las instrucciones por escrito y te preguntan algo que está en el papel. O sea, gánate el respeto, haz que te considere un tipo adulto, maduro. Y por favor, no esperes que sea yo el que te diga cosas básicas, no estoy acá para enseñarte lo que no aprendiste en el colegio. Así no funciona.
Netiqueta básica. Tiene que ver con madurez e identificarse. Nosotros pedimos muchos trabajos por e-mail, y es bueno -por decir algo- que tanto pruebas como correos electrónicos lleguen con tu nombre. Si en el campo del remitente dice “emo sufriente” o “unicornio dorado” es bien posible que lo tire a la bandeja de Spam. Por otra parte, si me pasas un trabajo vía mail, sirve bien poco que le pongas “TRABAJO NICO” porque como te habrás dado cuenta no soy tu mejor amigo. Además muy probablemente tu nombre no sea lo más común del mundo. Usa tu apellido. Identifícate.
Sadismo. Ser profesor es darle a un ser humano un gran poder. Y con un gran poder viene una gran responsabilidad. Piensa que a veces voy a revisar tus trabajos echado en mi cama, con mi novia al lado. Y me voy a ver muy la raja poniéndote un 3,8 sólo para que ella vea lo cool que puedo llegar a ser. La tentación es grande. No me lo hagas más fácil. ¿Cómo es eso? Simple. Pequeñas fallas. Faltas de ortografías que un procesador de textos te marca en rojo. Minúsculas al inicio. Mala tabulación. Cambio de tipografías entre párrafos. ¿Les cuento una anécdota? Una vez recibí varios trabajos, algunos impresos y anillados, otros con corchetes, pero casi todos ordenados. Y claro, también recibí tres hojas sueltas, sin ninguna indicación de nombre. Claro, era un grupo de metaleros viéndose bacanes entregando su mierda de trabajo. Bueno, les tengo una noticia, soy más cool que ustedes. ¿Qué mierda están pensando? Me dio gusto ponerles un CERO en esa evaluación. Lo hago con gusto. Un profesor siempre esconde un sádico dentro. No se lo hagan fácil.
A todo esto, un punto que creo necesario aclarar, es que me parece bueno que si crees que estoy en un error, me lo digas. De corrección o revisión. Esto de trabajar con mucha gente puede provocar que me equivoque. He escuchado de profesores que no aceptan revisiones. Eso es basura. Puedo equivocarme.
Participa en clases. Te lo voy a agradecer. Puede ser una anécdota que tuviste en un rodaje, puede ser una pregunta. No saben lo increíblemente bien que se siente que hagan preguntas y yo te pueda responder en base a mi experiencia. Que armemos un diálogo. Porque al final es esa la verdadera experiencia del aprendizaje, más que el “yo hablar y tu escuchar”. Una clase participativa hace que me den más ganas de venir y preparar algo entretenido. Si ustedes son fomes, yo puedo serlo mucho más.
Soy más inteligente que tú. Bueno, qué diablos, por algo soy el profesor y tú el alumno. Yo sé que vas a intentar copiar, yo sé que vas a poner tu mínimo esfuerzo. Si me intentas pasar gato por liebre, lo voy a saber. Y te voy a calificar pensando en eso. Si me pasas un trabajo copiado, de otro semestre o de materia que no he pasado, lo sabré. No tengo ojos en la nuca, es sólo que ya pasé por todo esto. Hay de todo en la viña del señor. Quizás me importa poco que copies, porque sé que eso no te servirá de nada en el futuro, que hay otras cosas que importan. Sé que si me mandas un mail y no adjuntaste la prueba que había que adjuntar, puede ser también mala intención y lo voy a calificar. Es casi una tontera pero intenta ser un buen alumno. O sea, yo podría ser quien te contrate en el futuro.
Excusas, excusas. ¿Cuál es la tuya? “Llegué tarde porque vivo lejos” no sirve. En realidad yo llegué el punto al que ninguna excusa me es buena. La única que me interesa es “trabajo y estudio”. O sea es la única que respeto en realidad. Me pasó que tenía alumnos que al reprobar, me decían “oye esto es injusto”, “oye pero el trabajo es en grupo y yo no tengo la culpa“, o sea, cualquier cosa menos que la culpa es tuya. O sea weón, yo tengo la culpa de que reprueben. No puesl así no es la cosa. Asume tu responsabilidad. Piénsalo dos veces antes de decir que algo es “injusto”. O mejor, “estudia dos veces” antes de decir que yo tengo la culpa de tu mala nota. Excusas, excusas. Tuve una discusión interesante sobre una alumna que fue madre durante el semestre. Yo pienso que no había que aprobarla. Me dijeron “pero es igual que una pega, tiene fuero maternal”. Claro. Pero en tres años cuando el hijo ya no sea problema y ella entre a trabajar no va a tener idea de nada porque pasó un ramo básico sin estudiar. No es excusa. Si tienes un hijo, congela y vuelve cuando puedas estudiar. No es duro, es justo. En resumen, piensa bien tu excusa porque prácticamente nada de lo que me digas te va a servir.
Enseñar es la madre de todas las batallas.Siempre he dicho que la enseñanza es una guerra. Ustedes son un bando y yo otro. Al igual que en una cárcel o manicomio, ustedes no quieren estar ahí, desean fugarse, ir a carretear. Educar es ser también idealista, y pocos lo somos. Me tocó estar en un par de asambleas de estudiantes del Arcos y escuchar idioteces como “el profesor está acá porque le pagan y hace su pega y se va”. Bueno… sí pero no. O sea sí, es mi pega, pero este trabajo es ciertamente especial, tiene muchas aristas que lo hacen diferente, enriquecedor y motivante. De tí depende que levantarme todos los días sea más agradable y que no tenga que usarte de ejemplo con mis novia y amigos para mostrar lo perdido que está el mundo. Peleemos como caballeros.

Porque siempre piensa que tu victoria va a llegar el día en que te conviertas en alguien como yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario